La cantidad de agua que debe beber un niño o un bebé depende de su edad, el tipo de
alimentación, la temperatura ambiente y el grado de actividad del peque.
Vayamos caso por caso:
Los bebés lactantes no necesitan beber agua
Los bebés que toman pecho a demanda no necesitan beber agua a no ser
que estén enfermos, con fiebre o diarrea, o en algún otro caso
excepcional. En circunstancias normales, no necesitan tomar nada más que leche.
Si hace
muchísimo calor, sí puedes ofrecer un
poco de agua a tu bebé después del pecho, aunque probablemente la rechace,
porque no la necesita. Si no quiere beber agua, no te empeñes.
Bebés que toman solo biberón: ¿qué tipo de agua le doy?
Aunque tu
bebé tome biberón en lugar
de pecho, hasta los seis meses la recomendación sigue siendo la misma que para
cualquier lactante: con la leche de fórmula toman suficiente líquido, no necesitan beber agua a parte aunque haga calor.
Durante
los primeros meses conviene utilizar agua
del grifo hervida o agua mineral apta para consumo
infantil, es decir, de mineralización débil.
·
Si utilizas agua mineral para hacer el biberón de tu bebé,
recuerda que las aguas minerales naturales están libres de bacterias nocivas,
por lo que no es necesario
hervirlas e incluso se
desaconseja, ya que si te pasas en el tiempo de ebullición aumenta la
concentración de sales minerales del agua, lo que exige un sobreesfuerzo al
sistema renal del bebé.
·
Si usas agua de grifo, hiérvela
durante un minuto, pero no más, ya que también aumentará la concentración de
sales minerales del agua.
¿Y si mi bebé ya toma sólidos?
Los bebés
suelen empezar a beber agua cuando empiezan a comer sólidos: pan, galletas,
cereales… Si tu bebé ya ha empezado a probar otros alimentos, sí es aconsejable ofrecerle líquido con cierta frecuencia, y de poquito en
poquito.
Si estamos de viaje, ¿le doy agua mineral?
Cuando
pasamos fuera de casa unos días, el cambio de agua puede afectar la flora
intestinal del niño y provocarle diarreas. Una buena solución es darle agua
mineral mientras estemos de viaje.
Y, por
supuesto, si nos vamos de vacaciones a destinos
en los que no tengamos la absoluta seguridad de que el agua del grifo está en
perfectas condiciones o no podemos garantizar la higiene de los vasos en los
que nos sirvan el agua, conviene beber solo agua mineral embotellada.
¿Cuánta agua deben beber los niños a partir del año?
En
principio, conviene ofrecer agua al niño con las comidas y estar pendientes
fuera de las comidas de cualquier señal de que tiene sed, aunque a partir de
esta edad ya sabe pedirla. Si el niño tiene sed, es que necesita agua. Si no
nos pide agua, no hay que obligarle a beberla.
Para
saciar la sed, la mejor bebida es el agua. También es la bebida ideal para
acompañar las comidas. Los zumos, refrescos y bebidas azucaradas solo deben
consumirse ocasionalmente.
La Agencia
Europea de Seguridad Alimentaria (EFSA) considera que las necesidades de agua diarias para
bebés y niños pequeños son
las siguientes:
·
Bebés de 6 a12 meses: 800/1000
ml/día
·
Niños 1-2 años: 1100/1200
ml/día
·
Niños 2-3 años: 1300
ml/día
·
Niños 4-8 años: 1600
ml/día
Traduciendo
estas cantidades a las medidas con las que mejor nos manejamos, los niños de
entre 1 y 3 años deberían beber unos 4 ó 5 vasos de agua al día.
En las
cantidades que mencionamos se tiene en cuenta no solo el agua que bebe el niño,
también la que está presente en todo lo que consume: zumos, caldos, batidos… y el
agua presente en los alimentos. El 80% de estos líquidos proceden de lo que se
bebe, y el 20% restante de los alimentos. Si hace mucho calor o el niño tiene
una fuerte actividad física, es normal que necesite más líquido.
Fuente Principal: Ser Padres
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