Las vacaciones de Navidad y fin de año siempre me dejan fuera de rutina, por lo que tengo que tomar mucho más tiempo para retomar mis actividades normales. Aun en mi casa estamos reponiéndonos de todo lo que implica vacaciones en familia, salir de la ciudad, compra de regalos, cena, etc. Perdónenme en este sentido ya que les he abandonado. Pero aquí estoy de nuevo trayéndoles informaciones de interés para todos.
Esta vez quiero resaltar la importancia que tiene el hecho de enseñarle a los niños, desde que son pequeños, que las tareas domésticas son compartidas por todos los miembros de la familia. Y este es muy buen tiempo para que aprendan, ya que empieza un nuevo año y son muchas las cosas que debemos poner en orden para retomar nuestra rutina diaria. Incluso los podemos involucrar a quitar y guardar el árbol y todos los adornos navideños.
Colaborar en el hogar debe formar parte de su rutina diaria normal, como comer o lavarse los dientes. Al convertirse en un hábito, será más fácil que nuestros niños asuman poco a poco pequeñas responsabilidades, siempre acordes a su edad y capacidades. Aquí les cómo hacer que los niños ayuden en casa.
Responsabilidades de acuerdo a su edad y capacidades
No se trata de agobiarlos con las tareas domésticas, sino de enseñarles a cooperar en algunos quehaceres que puedan asumir, como poner la mesa, colocar la ropa sucia en el cesto o tirar los desperdicios en el cesto de basura. A medida que crezcan y aprendan a valerse por sí mismos, las tareas se irán modificando.
Es fundamental establecer un momento para el niño realice la tarea asignada, como poner la mesa antes de comer o recoger los juguetes antes de bañarse.
Debemos mostrarle primero cómo hacer el trabajo, explicándoselo a medida que se realiza y dejar que sea el niño quien lo termine. Elógialo a menudo con frases como “Lo estás haciendo muy bien”, “estás poniendo la mesa fenomenal”, etc.
Si comete un error, no regañarle ni remarcárselo. En cambio, debemos ayudarle a realizar correctamente el trabajo. La próxima vez lo hará mejor.
No es recomendable que hagamos nosotros las tareas que han sido encomendadas al niño si este se olvida o no quiere hacerlas. Sino, no llegará a asimilar que son responsabilidad suya.Cuando son pequeños les encanta participar en las tareas que hacen los adultos. Ayudar a mamá y a papá no es un aburrimiento, sino todo lo contrario. Pero a medida que crecen, a menudo empiezan a considerarlas obligaciones desagradables. En ese caso, no conviene decirle frases como: “Lo haces porque lo digo yo”, sino explicarle la importancia de que todos los miembros de la familia colaboren en las tareas domésticas, porque son cosa de todos.
Que los niños ayuden en casa es parte de la convivencia en familia. El hecho de introducirlos en las labores del hogar le ayudará a alcanzar un mayor nivel de autonomía, responsabilidad y madurez.
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