Diversidad Cultural: enseñemos a nuestros niños

Tras la adopción de la Declaración Universal de la UNESCO sobre la Diversidad Cultural en 2001, la Asamblea General de las Naciones Unidas proclamó el 21 de mayo "Día Mundial de la Diversidad Cultural para el Diálogo y el Desarrollo”. El día ofrece una oportunidad de profundizar nuestras reflexiones sobre los valores de la diversidad cultural para aprender a "vivir mejor" juntos. 

Aunque ya es difícil definir un “ser nacional” porque cada país, cada nación, está conformada por infinidad de costumbres, tradiciones, valores y anhelos que van perfilando individuos más ricos en términos culturales y humanos, todos formamos parte de esa diversidad cultural, incluidos los niños más pequeños. La vivimos a diario en las comidas, la música, los juegos, los idiomas, los acentos, por lo que es muy importante aprender a compartirlos y a convivir diariamente con la diversidad que nos rodea.

Una forma de transmitir este mensaje a los niños en su propio idioma es a través del cuento. Esta forma narrativa les permite identificarse con unos personajes que quizás les parezcan muy distintos en su vida cotidiana, y, a través de ellos, aprender a respetar y valorar a las personas que les rodean desde que son bebés y a tratar de entender a aquellas otras personas que quizás están lejos, en otros países, pero que forman parte de un mundo que empiezan a considerar propio a partir de los cinco años.

Crecer es un descubrimiento continuo. Cada paso que dan lleva a los niños un poco más lejos del mundo conocido que constituye su hogar. La escuela abre una puerta hacia una sociedad muy variada que, sin embargo, tiene todos los elementos que ya habían visto en casa, si bien algunos están bastante cambiados: otros sabores en la merienda, otros dibujos en las ropas, otros sonidos en las canciones. Todos estos elementos van siendo incorporados progresivamente por los niños en su vida cotidiana, dando lugar a una definición amplia de lo que es su cultura.

Sin embargo, los prejuicios o el desconocimiento de otras culturas por parte de algunos mayores pueden provocar en los niños sorpresa y temor ante los otros e incluso rechazo de aquello que es diferente. Una de las funciones de la sociabilización escolar en edad temprana es compensar esta carencia. Y una forma interesante de absorber estos conocimientos por parte de la población infantil es a través de historias que van hilando la multiplicidad de realidades que forman su propia realidad. Al descubrir a los personajes, descubren a las distintas personas que los rodean; al identificar los pictogramas, identifican elementos de su cultura que vienen de otros sitios. Y descubren que no somos tan diferentes, que cada uno de nosotros es un poco de los que están a nuestro lado, desde nuestros padres hasta cualquier señor o señora que todos los días pasa por el frente de nuestras casas.