Probablemente a muchos de ustedes les ha pasado el hecho de que los niños se
levanten en la madrugada y se vayan a la cama de sus padres. Sencillamente se despiertan y con cualquier
excusa se acuestan en medio de papá y mamá.
En búsqueda de algunas recomendaciones de profesionales encontré
algunas que pongo en práctica, ya que mis hijos pequeños desde hace unos meses acá
empezaron esta mala costumbre. Digo mala costumbre porque es claro que cada niño
debe tener su espacio, dígase su habitación y su camita. Lo importante es que
el niño sepa que debe dormir toda la noche en su cama, y sólo si necesita algo o si despierta con algún
temor o sencillamente está enfermo, debe ir a la cama de papa y mamá y pedir ayuda o compañía, para luego
volver y terminar el descanso hasta el amanecer. Pero la parte de concientización
nos toca a nosotros.
Cuando los niños se van de madrugada a la cama de sus padres,
muchos dejan que se acomoden por el hecho de que están cansados, y al levantarse
saben que les costará mucho tiempo por
el “detallito” de convencerlos a volver
a su camita a esas horas. Esto es un error, y lo digo por experiencia. Es
horrible que los niños nos invadan la cama. Cómodos solamente duermen ellos, mientras papá y mamá necesitan descansar toda
la noche porque al otro día hay que ir a trabajar.
Pues aunque nos cansemos definitivamente hay que “cortar eso
por lo sano” como dice el dicho. Les
aseguro que tomará pocos días que se acostumbren. Por nuestra persistencia se darán
cuenta de que deben obedecer ya que no estamos cediendo a nuestra posición y la
orden es que se queden en sus camitas.
Según el
doctor Robert Oexman, D.C., del Sleep to Live Institute en Joplin, Missouri,
puedes lograr que tus hijos se queden en sus propios cuartos toda la noche. Pon
en práctica sus técnicas y reclama tu cama y privacidad. Estos consejos puedes irlos
poniendo en práctica a la hora del niño
acostarse, para evitar así que se despierte de madrugada.
- NO uses la palabra ‘miedo’. En cambio, explícale que está bien si se pone nervioso o tiene algunas preocupaciones durante la noche. Nunca le digas: “Ya eres demasiado grande para dormir con nosotros”.
- Empieza con 15 minutos. Acuéstalo en su cama con la luz tenue y quédate allí por 15 minutos. “Puedes conversar con él/ella en voz baja mientras que no te quedes dormida”, explica Oexman. Luego dile: “Necesito salir del cuarto por unos minutos. Si me necesitas, me llamas”. ¿Por qué funciona? “Porque se sentirá más seguro si sabe que te puede llamar”. Sal del cuarto y regresas a los 5 minutos.
- Vuelve a los 10 minutos. Si todavía no se ha dormido, quédate con él por 10 minutos más. Si sigue despierto, dile: “Necesito salir por unos minutos más. Llama si me necesitas”. Sal del cuarto por 5 minutos.
- Quédate por 5 minutos. Si aún está despierto cuando vuelvas, quédate por 5 minutos . “A esta altura, tu niño se estará durmiendo. Si no, repite el paso”.
- Explícale qué pasa durante la noche. Dile: “Si te despiertas, está bien que vengas a nuestro dormitorio y dinos si sientes la necesidad de venir”, dice Oexman. Esto lo hará sentir seguro.
- Llévalo de vuelta a la cama. Repite el proceso.
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