Los padres ya podemos imaginarnos las primeras mañanas
del año escolar: el reto de arrastrar niños irritables de sus camas tempranito
para ir a la escuela, después de dos o
tres meses de verano dejándolos que duerman hasta tarde. Y es que este es un momento que lo vivimos todos en algún momento. Cada año, muchos de nosotros nos prometemos que esto no nos va a suceder, pero
llega la hora de la verdad y nos damos cuenta de que necesitamos una ayudadita.
Es por eso que he querido traerles algunas informaciones importantes acerca de lo beneficioso que resultará para nuestros ninos el hecho de dormir más y más temprano. Pues dejemos que los expertos nos
orienten.
Ellos nos recomiendan que ajustemos la hora de dormir de los niños de nuevo a un horario durante el año escolar tan pronto como llegue agosto. Vamos a trabajar con la biología, no contra ella, bajando las luces y las cortinas por la noche. Vamos a recordar el poder de una buena rutina de la hora de acostarse. Esto suena maravilloso, pero se necesita de mucho esfuerzo de ambos padres.
Ellos nos recomiendan que ajustemos la hora de dormir de los niños de nuevo a un horario durante el año escolar tan pronto como llegue agosto. Vamos a trabajar con la biología, no contra ella, bajando las luces y las cortinas por la noche. Vamos a recordar el poder de una buena rutina de la hora de acostarse. Esto suena maravilloso, pero se necesita de mucho esfuerzo de ambos padres.
Cada año, muchas familias se acostumbran a la espontaneidad del verano y las noches
largas y ligeras, abandonando las rutinas y disfrutando con los niños en horas
de la noche.
Entonces tratamos de hacer que nuestros hijos se levanten temprano para el primer día de clases y sus cuerpos naturalmente están rebeldes por la rutina que han llevado en el verano. Nunca es fácil "despertarse en el momento que se está biológicamente preparado para estar dormido", dice el Dr. Peter Franzen, experto en sueño infantil y profesor asistente de psiquiatría en la Universidad de Medicina del Sueño del Instituto de Pittsburgh.
La falta de sueño puede afectar la capacidad de los niños para aprender, recordar y manejar las emociones, dice el experto.
Así que aquí están algunos consejos para conseguir de nuevo un horario razonable:
Comience ajustando la hora de acostarse al menos dos semanas antes de que comiencen las clases, dice la consejera familiar Dana Obleman, fundadora del sistema Sense para conseguir que los bebés y niños pequeños a duerman bien.
"Usted no tiene que llevarlos a la cama a las 7:30 p.m.", dice ella. "Pero debe evaluar que si la hora de dormir ha disminuido se debe mover cerca de 15 minutos cada tres noches." (Por supuesto, si ha modificado la hora de dormir de sus hijos por más de una hora, tendrá que hacer esos cambios en incrementos mayores.)
Para los niños pequeños, la rutina más eficaz incluye un baño caliente y leer un libro favorito. Se debe eliminar la televisión, lo cual tiene un efecto estimulante.
Con los niños mayores, Obleman sugiere tener una reunión dos semanas antes de que comiencen las clases. Discuta con ellos la importancia de descansar bien durante las primeras semanas de clases. Planee una rutina sólida todos juntos, asegurándose de que entiendan cuánto es necesario dormir. Los niños, desde niños pequeños hasta los adolescentes, necesitan de 10 a 12 horas de sueño nocturno, dice Obleman. Los adolescentes generalmente van a necesitar por lo menos 9 horas. Los niños tienen más dificultades para conseguir el sueño en la noche al llegar a la adolescencia debido a los cambios en la química de su cuerpo, dice.
Una vez que haya elegido una hora de acostarse, deben apagar cualquier juego electrónico una hora más temprano, porque la luz de estos dispositivos da señales a nuestro cuerpo para que se mantenga despierto, dice Franzen.
Una rutina regular de sueño desencadena la necesidad natural de un niño a dormir, y también crea valiosos recuerdos de momentos de tranquilidad con mamá y papá, dice Lorraine Breffni, directora para el Desarrollo Humano en Edad Temprana en Mailman Segal Center de Nova Southeastern University, en Fort Lauderdale, Florida
"Esas rutinas pueden ser muy habituales y personales de la familia”
Para los adolescentes y jóvenes, Breffni, dice, que hay que tener en cuenta que el tiempo que "van a la cama" puede no estar cerca del momento en que en realidad se quedan dormidos. Así que asegúrese de que los estudiantes mayores entiendan el tiempo en que realmente ya deberían estar durmiendo.
"Uno de mis pilares es que si los niños van a la cama a tiempo, no debería haber necesidad de despertarlos en la mañana", dice Obleman. "Si usted los está arrastrando por el tobillo, cada mañana, es porque van a la cama demasiado tarde."
En las últimas mañanas antes de que comience la escuela, incluso podría inducir a los niños a levantarse temprano llevándolos a desayunar a sus restaurantes favoritos.
Un paso final, que puede ser especialmente difícil para los padres: Lo ideal sería que toda la familia debe ir a la cama temprano en las noches finales. Puede ser difícil renunciar a las horas finales de la noche que está acostumbrado, pero ir a dormir más temprano le beneficiará a usted, así como a sus hijos.
"Estamos viendo una epidemia de la privación del sueño", entre los adultos, dice Franzen. "No estamos modelando en nuestros niños el comportamiento apropiado con relación a las rutinas del sueño." Estos expertos dicen que los adultos realmente necesitamos ocho horas de sueño por noche, aunque muchos de nosotros tenemos sólo como cinco o seis.
Así que si no ha tomado la decisión de asumir una rutina en la hora para acostarse temprano sólo hasta la primera noche antes de la escuela, comience este año, dice Breffni; haga de éste el año para priorizar el sueño en toda la familia.
Entonces tratamos de hacer que nuestros hijos se levanten temprano para el primer día de clases y sus cuerpos naturalmente están rebeldes por la rutina que han llevado en el verano. Nunca es fácil "despertarse en el momento que se está biológicamente preparado para estar dormido", dice el Dr. Peter Franzen, experto en sueño infantil y profesor asistente de psiquiatría en la Universidad de Medicina del Sueño del Instituto de Pittsburgh.
La falta de sueño puede afectar la capacidad de los niños para aprender, recordar y manejar las emociones, dice el experto.
Así que aquí están algunos consejos para conseguir de nuevo un horario razonable:
Comience ajustando la hora de acostarse al menos dos semanas antes de que comiencen las clases, dice la consejera familiar Dana Obleman, fundadora del sistema Sense para conseguir que los bebés y niños pequeños a duerman bien.
"Usted no tiene que llevarlos a la cama a las 7:30 p.m.", dice ella. "Pero debe evaluar que si la hora de dormir ha disminuido se debe mover cerca de 15 minutos cada tres noches." (Por supuesto, si ha modificado la hora de dormir de sus hijos por más de una hora, tendrá que hacer esos cambios en incrementos mayores.)
Para los niños pequeños, la rutina más eficaz incluye un baño caliente y leer un libro favorito. Se debe eliminar la televisión, lo cual tiene un efecto estimulante.
Con los niños mayores, Obleman sugiere tener una reunión dos semanas antes de que comiencen las clases. Discuta con ellos la importancia de descansar bien durante las primeras semanas de clases. Planee una rutina sólida todos juntos, asegurándose de que entiendan cuánto es necesario dormir. Los niños, desde niños pequeños hasta los adolescentes, necesitan de 10 a 12 horas de sueño nocturno, dice Obleman. Los adolescentes generalmente van a necesitar por lo menos 9 horas. Los niños tienen más dificultades para conseguir el sueño en la noche al llegar a la adolescencia debido a los cambios en la química de su cuerpo, dice.
Una vez que haya elegido una hora de acostarse, deben apagar cualquier juego electrónico una hora más temprano, porque la luz de estos dispositivos da señales a nuestro cuerpo para que se mantenga despierto, dice Franzen.
Una rutina regular de sueño desencadena la necesidad natural de un niño a dormir, y también crea valiosos recuerdos de momentos de tranquilidad con mamá y papá, dice Lorraine Breffni, directora para el Desarrollo Humano en Edad Temprana en Mailman Segal Center de Nova Southeastern University, en Fort Lauderdale, Florida
"Esas rutinas pueden ser muy habituales y personales de la familia”
Para los adolescentes y jóvenes, Breffni, dice, que hay que tener en cuenta que el tiempo que "van a la cama" puede no estar cerca del momento en que en realidad se quedan dormidos. Así que asegúrese de que los estudiantes mayores entiendan el tiempo en que realmente ya deberían estar durmiendo.
"Uno de mis pilares es que si los niños van a la cama a tiempo, no debería haber necesidad de despertarlos en la mañana", dice Obleman. "Si usted los está arrastrando por el tobillo, cada mañana, es porque van a la cama demasiado tarde."
En las últimas mañanas antes de que comience la escuela, incluso podría inducir a los niños a levantarse temprano llevándolos a desayunar a sus restaurantes favoritos.
Un paso final, que puede ser especialmente difícil para los padres: Lo ideal sería que toda la familia debe ir a la cama temprano en las noches finales. Puede ser difícil renunciar a las horas finales de la noche que está acostumbrado, pero ir a dormir más temprano le beneficiará a usted, así como a sus hijos.
"Estamos viendo una epidemia de la privación del sueño", entre los adultos, dice Franzen. "No estamos modelando en nuestros niños el comportamiento apropiado con relación a las rutinas del sueño." Estos expertos dicen que los adultos realmente necesitamos ocho horas de sueño por noche, aunque muchos de nosotros tenemos sólo como cinco o seis.
Así que si no ha tomado la decisión de asumir una rutina en la hora para acostarse temprano sólo hasta la primera noche antes de la escuela, comience este año, dice Breffni; haga de éste el año para priorizar el sueño en toda la familia.
Artículo de The Durango Herald
Traducido al español
por La Esquina Para Mamá
Foto: www.imagui.com
Foto: www.imagui.com
No hay comentarios:
Publicar un comentario