Los animales han demostrado ser muy beneficiosos en la terapia con niños con trastornos del espectro autista. Son niños que tienen problemas a la hora de integrarse en su entorno, y gracias a la conexión que establecen con los animales, consiguen entre otras cosas, mejorar sus relaciones sociales.
La historia de Garret, un niño de 9 años con autismo y Ruby su perra golden retriever de dos años es una historia conmovedora que nos habla del poder sanador de las mascotas para estos niños. Y no sólo eso, sino que Ruby también cuida de su seguridad y se ha convertido en su protectora más fiel.
Es mellizo con otro niño, Grant, y también tiene una hermana, Tory, de 7 años. Con 19 meses recibió el diagnóstico de autismo, pero Garret tiene además otros problemas: parálisis cerebral parcial, apraxia (un trastorno en el habla) y pica (una tendencia a comer cosas no comestibles).
Desde que cumplió un año de edad, Garret tiene la costumbre de escaparse de su casa. Abre la puerta y sale corriendo a la calle, con el riesgo que esto supone para un niño pequeño. Puede perderse, puede atropellarlo un coche, puede hacerse daño...
Es un niño que no entiende el peligro como puede hacerlo cualquier otro niño. Por su seguridad, no puede estar sin la supervisión de un adulto ni un sólo instante. Los padres, desesperados, recurrieron a Tender Loving Canines, una organización sin fines de lucro que trabaja con perros de compañía, que desarrolló un programa especializado para que Ruby fuera la garantía de seguridad y cariño de Garret.
Ruby ha sido entrenada para encontrar al niño si se pierde, salen a la calle unidos por medio de un cinturón, y siempre, siempre, está cuidándolo allí donde vaya. Se conectan a otro nivel y ella nunca le falla.
Desde que Ruby llegó a su vida, Garret es un niño más feliz, expresan sus padres.
Siempre hay una salida cuando en alguna familia se diagnostica este tipo de trastorno. Como vemos, hay instituciones que no descansan en buscar la mejor manera de ayudar a las familias a que sus hijos puedan tener una vida mejor, y puedan llegar a desenvolverse lo mejor posible dentro de sus limitaciones. El detalle aquí es, no descansar como padres hasta buscar la mejor alternativa para los hijos. Aun en situaciones regulares, los padres tenemos el reto de ayudar a nuestros hijos en cualquier dificultad y proveerles toda la ayuda que necesitan para que superen temores o debilidades en cualquier área de su vida. Cuánto más no lo haríamos por un hijo con alguna discapacidad? Estos padres demostraron valentía y reconocieron su necesidad para ayudar al ser que trajeron al mundo. Quizá le falte mucho camino por recorrer pero Garret agradecerá inmensamente todo lo que sus padres están haciendo por el.
Fuente principal: Bebés y Más/ La Esquina para Mamá.
No hay comentarios:
Publicar un comentario