“ El significado del comportamiento agresivo es distinto en cada niño porque los niños se comunican mediante sus acciones y algunas veces no saben cómo expresar sus sentimientos y emociones. Por lo tanto, nuestro papel es identificar lo que les pasa y enseñarles cómo obtener lo que quieren usando el lenguaje y formas constructivas de comunicación.
Nacemos con el impulso de obtener lo que queremos o necesitamos y algunas veces usamos la agresión para llegar hasta ahí, sin embargo, los niveles de agresión se aprenden del medio ambiente y la socialización – a lo que el niño está expuesto.
Lo que hacemos es muy importante porque lo niños imitan y aprenden constantemente observando y escuchando.
La disciplina positiva consiste básicamente en observar las cosas positivas que hace el niño y recompensarlas, contrariamente a notar sólo lo negativo y castigarlo por ello.
Los niños se comportan de determinada manera para llamar la atención y a veces aun el comportamiento negativo se usa para recibir atención o lo que quieren. Es algo psicológico – a veces cedemos cuando los niños se portan mal porque no queremos que se nos moleste. Si están llorando o gritando, a veces les damos lo que quieren para que dejen de hacerlo.
Aunque tome más tiempo, los adultos necesitamos detenernos y explicar a los niños que cuando se comportan de determinada manera es inaceptable y que no obtendrán lo que desean.”
Fuente: Los Niños en Su Casa.
Experta: Lucia Liberman
Consejera familiar y de niños por 25
años.
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