Por los que sufren

Llevar las cargas:

En todas partes hay personas que sufren, pero hay veces en las que no sabemos como podemos ayudar a alivianarles su sufrimiento.  Hay seis maneras muy prácticas para llevar la carga de otra persona:

Estar presente: esto a veces es mejor que ayudar. En las horas más oscuras lo que se necesita es de un amigo.

Escuchar: solo eso. Escuchemos. Las personas heridas solo quieren un oído interesado para poder expresar su dolor.

Compartir: dejemos que nuestros propios sentimientos ayuden a los fracasos de otros; no intentemos alardear de nosotros mismos.

Orar: hay poder cuando se pronuncia el nombre de otros delante del Señor. Ahí comienza la sanidad.

Dar: estar dispuestos a dar recursos (ya sea económico o material), y tiempo. Esta es una de las mejores expresiones de sinceridad.

Sustituir: intervenir y tomar el lugar  por un tiempo de la persona que lleva la carga, así estaremos imitando a nuestro Salvador ya que también El fue un sustituto.

Si Cristo llevó y tomó nuestro pecado y sufrimiento, debemos estar disponibles para llevar la carga de otro como El lo hizo. Sean bendecidos.

Fuente principal: En  Contacto