Una alimentación sana de la futura mamá es fundamental para el buen desarrollo del embarazo, así como para la salud del bebé. Un estudio reciente llevado a cabo por investigadores noruegos señala que una dieta saludable en el embarazo reduce el riesgo de parto prematuro.
Las embarazadas tienen muchas razones por optar por hábitos saludables de alimentación, pero es la primera vez que se relaciona estadísticamente comer sano durante el embarazo con un menor riesgo de nacimiento antes de la semana 37 de gestación.
El estudio, publicado en el ‘British Medical Journal’, fue realizado en base a cuestionarios de unas 66.000 mujeres a quienes se les pregunto lo que habían comido y bebido a lo largo del embarazo.
Se las clasificó en tres grupos: ‘saludable’ a quienes habían tenido un alto consumo de verdura, fruta, cereales, frutos secos, yogures, agua, etc., ‘tradicional’, quienes habían tenido una alimentación rica en pescados, patatas o verduras cocidas, salsas, margarina, etc., y‘occidental’, quienes habían tenido un consumo más alto de aperitivos dulces o salados, patatas fritas, carne, galletas o bollos.
Encontraron que el grupo de mujeres con una dieta más ‘saludable’ presentaban un riesgo aproximadamente un 15 por ciento menor de tener un parto prematuro en comparación con las que del tercer grupo. Esto, con independencia de otros diez factores de riesgo relacionados con el parto antes de tiempo como edad materna, peso, actividad física, consumo de alcohol, tabaco, etc.
Como se sabe en estos casos, no implica que la causa del parto prematuro sea la mala alimentación, pero sí valen investigaciones como estas para recomendar siempre una dieta saludable durante el embarazo y así reducir el riesgo de complicaciones tanto durante el embarazo como para la futura salud del bebé.
Fuente principal: Bebés y Más.
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